Las autoridades chinas han intensificado sus esfuerzos en los últimos días para impulsar los mercados financieros, en una señal de la creciente incomodidad en Beijing por las caídas sufridas por las acciones y el yuan.
Los promotores inmobiliarios estatales del país advierten sobre pérdidas generalizadas, lo que alimenta la preocupación de que la crisis de la vivienda se esté extendiendo.
La segunda economía más grande del mundo se encuentra en una situación difícil y el mercado inmobiliario se encuentra en el centro de sus problemas.
La construcción representa hasta una cuarta parte del producto interno bruto de China, pero las repercusiones inmobiliarias están sacudiendo la confianza y muchos temen las consecuencias en la economía en general.
Las ventas de viviendas, los precios y la inversión están cayendo, mientras que una espiral deflacionaria amenaza con alimentar un desastre aún mayor para un país que acaba de experimentar tres años de estrictos controles de cero-COVID.
Por Chihuahua Es Noticia