Nació hace 76 años en el pueblo egipcio de Dhahr Al Temsah, antes de trasladarse con su padre maestro a Gharbia, al norte de El Cairo.
Licenciado en Medicina en 1967, especializado en Pediatría, en 1975 Mashally abrió las puertas de su clínica a los pobres de toda la región, tratando por menos de un dólar (o a menudo de forma gratuita) a decenas de miles de niños que de otro modo no habrían tenido acceso a la atención médica más básica. A algunos de ellos incluso les compró medicinas por su propia cuenta.
Durante casi medio siglo siguió trabajando diez horas al día, sin coche ni móvil, en estado de pobreza, caminando siempre desde su casa a la clínica y vuelta.
Un día un rico jeque árabe se enteró de su historia y le ofreció una cuantiosa donación y un coche. Sólo aceptó el dinero, que gastó en su totalidad para comprar material e instrumental médico para sus pacientes.
Aunque estaba retirado desde hacía tiempo, nunca dejó de poner sus conocimientos a disposición de los últimos, cualquiera que fuera su etnia o religión. Hasta el último día.
Murió el 28 de Julio de 2020 a la edad de 76 años, después de toda una existencia dedicada a los demás. Un médico, un hombre sin nada, que lo dio todo.
Las vidas, los héroes, los grandes desconocidos.