Cuando yo empecé, el kilo de alitas costaba 6 pesos ($0.25) porque nadie las quería. Eran lo que sobraba del pollo, las usaban para caldo, se las daban al perro o simplemente las tiendas las tiraban. Pero yo convertí lo que todos veían como un desperdicio en un producto estrella.
Hoy, el mismo kilo de alitas cuesta 45 pesos ($2.25) y es uno de los platillos más vendidos en México. Wings Army pasó de ser un pequeño local en Guadalajara a tener más de 209 sucursales en México y con planes de expansión en Estados Unidos y Europa.
No se trata solo de vender comida, sino de crear un ambiente: música, bebidas importadas, promociones 2×1, pantallas con deportes y una temática única. Eso es lo que hace que la gente regrese.”
Martín Santaella sobre cómo convirtió las alitas en un fenómeno en México y la clave del éxito en los negocios.