Ubicada majestuosamente en la avenida Paseo Bolívar, la Quinta Gameros emerge como un tesoro arquitectónico en el corazón de Chihuahua. Con su imponente estilo Art Nouveau, esta mansión del siglo XX ha cautivado durante décadas a paseantes y expertos por igual, convirtiéndose en un ícono de belleza y legado histórico en todo México y América.
El relato de la Quinta Gameros está entrelazado con la historia personal del ingeniero Manuel Gameros, miembro prominente de la élite porfirista. Tras contraer matrimonio con Elisa Müller Acosta, la pareja compartió años de felicidad hasta que la salud de Elisa se desvaneció, sumiendo a la familia en la tristeza. Sin embargo, un viaje a Europa inspiró a Manuel a erigir un monumento en honor a su amada, modelado según una finca que había cautivado su corazón en Francia.
La construcción de la Quinta Gameros, diseñada por el arquitecto colombiano Julio Corredor Latorre, comenzó en 1907 y se completó en 1910, justo cuando la Revolución Mexicana estalló, truncando temporalmente la residencia de la familia Gameros. La casa se convirtió en testigo de la turbulencia política de la época, albergando a figuras como Venustiano Carranza y desempeñando roles variados, desde residencia hasta oficina gubernamental.
Después de años de vicisitudes, la familia Gameros Müller recuperó su propiedad en 1921, aunque Manuel no vivió para verlo. La mansión cambió de manos varias veces antes de ser adquirida por el Gobierno del Estado en 1926. Desde entonces, su destino se ha entrelazado con el de la Universidad Autónoma de Chihuahua (UACH), sirviendo como sede de instituciones públicas y culturales.
En 1954, la Quinta Gameros encontró su vocación definitiva como la rectoría de la UACH, antes de transformarse en el Museo Regional de Chihuahua en 1958. La inauguración oficial del museo en 1961 marcó un hito importante en su historia, consolidando su posición como un centro cultural de renombre. En 1971, un acuerdo entre la UACH, el INAH y Pedro Fossas Requena impulsó la exposición permanente de la colección Requena, enriqueciendo aún más su oferta cultural.
En reconocimiento a su importancia histórica y arquitectónica, la Quinta Gameros fue declarada Monumento Artístico Nacional en 1999, asegurando su preservación para las generaciones venideras. Hoy en día, como el Centro Cultural Universitario Quinta Gameros, sigue siendo un faro de belleza, historia y educación en el norte de México, un legado perdurable del amor y la visión de Manuel Gameros por su amada Elisa.