A 48 kilómetros de Creel, en la estación más famosa del Tren Chepe y a orilla de uno de los miradores más accesibles de las Barrancas del Cobre, se construyó el Parque de Aventura Barrancas, en el año 2010.
Uno de los grandes atractivos de este concurrido sitio en el estado de Chihuahua es su impactante teleférico con sistema de vaivén y tres kilómetros de cable sin torres intermedias. La estructura consta de una góndola con capacidad de hasta 60 pasajeros que conecta con la mesa de Bacajípare, desde donde se pueden apreciar los profundos cañones que sigue perforando el río Urique, lo que ofrece unas vistas únicas, que anteriormente eran simplemente inaccesibles.
Con el espíritu aventurero que lo caracteriza, el sitio también cuenta con un circuito de 7 tirolesas que en conjunto miden 5 kilómetros y están conectadas con un par de espectaculares puentes colgantes, desde donde se puede vivir la extraordinaria sensación de libertad, además de unas vistas fabulosas; todo con la máxima seguridad.
De todas las atracciones del Parque Barrancas, sobresale la experiencia del zipline; una de las tirolesas más largas del planeta. De un solo salto, en un minuto, usted estará literalmente volando a 100 kilómetros por hora.
Se trata de una experiencia que transforma la percepción de la vida y libertad a quienes se atreven a realizarlo, pues se trata de una aventura que requiere arrojo y valentía, pero que, sin duda, permite llevar al límite las emociones.
El Parque Barrancas ofrece también diversión para los más pequeños, aquellos quienes decidan esperar a los más aventureros del grupo, lo pueden hacer en la comodidad del restaurante del parque, que cuenta con ventanales de piso a techo y piso de cristal. Esto permite observar a los más osados hacer la vía ferrata que consta de escalada en roca, rappel, cruce de puentes colgantes y hasta salto de tarzán.
El restaurante El Barranco, ofrece bebidas y platos de la cocina regional del desierto y la sierra tarahumara, en un entorno de privilegio, con una vista a los abismos de 180 grados.
En la estación Divisadero existen muy buenas opciones de hospedaje con hoteles que ofrecen habitaciones con vistas a la barranca, estos establecimientos cuentan con servicios de alimentos y paseos incluidos. También hay una oferta nutrida tanto de hospedaje como de alimentos y paseos guiados en el pueblito de Areponápuchi, ubicado a solo 15 minutos del Parque de Aventura Barrancas del Cobre.
Una de las ofertas culinarias imprescindibles, son las gorditas rellenas, realizadas directamente por las habitantes de “Arepo”, personas que tienen muchos años dedicadas a la venta de este manjar relleno con distintos guisos, en la estación del ferrocarril, una sazón que deleita tanto a los locales como a los visitantes.
Una vista clásica desde que se llega a la estación del ferrocarril, es observar a las señoras listas con las gorditas calientes, esperando a sus clientes. La venta de artesanías también se ha generalizado tanto entre los habitantes de las rancherías rarámuris de Mogótavo y Bacajípare, pueblos ancestrales ubicados en la zona.
Quien se interese en conocer más a fondo la cultura local, puede reservar una “experiencia rarámuri” que consta de convivir con una cocinera tradicional en su propia cocina, aprender a moler maíz para hacer las tortillas y algún otro plato sencillo de la cocina ancestral, o bien tratar de tejer un cesto de palmilla bajo la supervisión de las expertas tejedoras. Esta experiencia permite apreciar la cestería local, verdaderas obras de arte que están a la venta a precios bastante accesibles.
Para tener un mejor manejo del tiempo durante su visita, se recomienda reservar y consultar con anticipación en la página de internet, ya que tiene fechas de mantenimiento programadas.
Por Chihuahua Es Turismo