El primero de mayo de 2015, cambiaría por completo la vida del suboficial de la Policía Federal Iván Morales Corrales, quien recibió la noticia de que sería papá, mientras se preparaba para un operativo con el cual buscaban detener a ‘El Mencho’ líder del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG).

Al suboficial Iván Morales Corrales le daban pocas esperanzas de vida. Llegó al hospital con quemaduras internas y externas en el 70 por ciento de su cuerpo, pero se aferró a la idea de conocer a su hijo.

El 1 de mayo de 2015, este agente de la División de Inteligencia de la Policía Federal, recibió de su novia la noticia de que iba a ser papá.

No celebró porque estaba asignado a un operativo en Jalisco para detener a Nemesio Oseguera, “El Mencho”, líder del Cártel Jalisco Nueva Generación.

Las cosas no salieron bien: el helicóptero en el que viajaba fue derribado por miembros de ese grupo delictivo. Él fue el único que sobrevivió, otros ocho militares y una de sus compañeras murieron.

Los asistentes al Auditorio Nacional ovacionaron al suboficial durante 56 segundos. Mientras caminaba a paso lento hacia el Presidente Enrique Peña Nieto, unos 10 mil policías, familiares y funcionarios se pusieron de pie y le aplaudieron con fuerza.

El Primer Mandatario le agradeció su entrega, que casi le cuesta la vida, y le entregó el reconocimiento al Mérito Policial de Primera Clase. Después de estrecharle la mano, le pidió voltear hacia la multitud y las palmas arreciaron.

Marcado su rostro por las quemaduras, Iván esbozó una sonrisa.

Regresó a su lugar en la segunda fila detrás de la mesa principal, hasta la extrema izquierda. Minutos después, escuchó desde ahí el reconocimiento del Mandatario.