A comienzos de 1900 se empezó a publicitar la llamada dieta de la lombriz solitaria. Normalmente se ingerían huevos de lombriz solitaria, a menudo en píldoras.

La teoría era que las lombrices llegarían a la madurez en los intestinos y absorberían la comida. Esto causaría pérdida de peso, diarrea y vómitos.

Una vez que la persona alcanzara su peso ideal entonces podría recurrir a una pastilla anti parásitos para deshacerse de las lombrices. Aunque expulsar los parásitos causaba a menudo fuertes dolores y complicaciones rectales y abdominales.

Además, una lombriz puede llegar a medir hasta 9 metros, además de provocar problemas de vista, meningitis, epilepsia y demencia.

Por Imágenes Históricas.