Entre otras muchas cosas, los Juegos Olímpicos de Moscú 1980 fueron recordados por ser los primeros en los que se popularizó una mascota como imagen del evento deportivo.

Se trataba de Misha, un oso pardo diseñado por el ilustrador Víctor Chižikov.

La imagen muestra un momento espectacular de la ceremonia de inauguración, un acto que se alargó durante más de cinco horas.

Pero además, estos juegos fueron un reflejo de la realidad histórica en la que se encontraba inmersa el mundo entero: la Guerra Fría.

Semanas antes del inicio, Estados Unidos hizo público el boicot a las Olimpiadas por considerar una agresión la presencia de la Unión Soviética en Afganistán, y amenazó con retirar el pasaporte a cualquier deportista hiciera caso omiso a sus directrices.

Muchos otros países aliados siguieron el bloque occidental.

El COI calculó que casi 50 países no asistieron a los Juegos por este motivo.

Por Imágenes Históricas.