Por Alfredo Jalife.
El Nuevo Orden Mundial, que se está definiendo en la singularidad de Ucrania y sus varias guerras en una, toma el camino (aquí proyectado) de la bipolaridad regional geoestratégica del bloque EU/OTAN/Unión Europea (UE)/G-7 frente al dúo euroasiático de Rusia y China, al que se inclinan, desde el punto de vista geoeconómico, un tanto cuanto los BRICS+, al que buscan incorporarse por lo menos 16 países, entre ellos Argentina e Irán (https://bit.ly/3OK2Kyk).
Las cumbres de finales de junio e inicios de julio –los BRICS+, el alicaído G-7 y la OTAN– reflejan la nueva bipolaridad regional geoestratégica cuando el presidente Putin, exorcizado por Occidente, se siente ya más libre para realizar dos visitas en el mero corazón centroasiático: Turkmenistán y Tayikistán.
La alta probabilidad de una Guerra Termonuclear entre EU y Rusia, que aniquilaría a los seres vivientes de la biosfera –con excepción de las cucarachas–, ha valido que dos jázaros, ideológicamente antagónicos entre sí, Kissinger, de 99 años (https://bit.ly/3Nu1dLV), y Chomsky, de 93 años, se desmarquen de su correligionario: el comediante Zelensky (https://bit.ly/3OK1POk), quien sin tapujos ha sentenciado que su objetivo (sic) es convertir a Ucrania en el “ Gran Israel (https://bit.ly/3NsDpry)”. Ucrania –población de 43.5 millones (hoy con 8 millones de refugiados), ¡0.2 por ciento (sic) de judíos jázaros (de origen mongol centroasiático (https://amzn.to/2MR0PfM)!– es el asiento del sionismo histórico con el jázaro Zeev Jabotinsky (https://bit.ly/3OKupzd).
Los dos graves escollos de la irredentista cosmogonía racista del Gran Israel del comediante Zelensky son que Israel no es frontera con Rusia y la población jázaro-israelí de Ucrania es una micro-minoría (¡0.2 por ciento!).
Ya en una previa entrevista al periodista británico Owen Jones (https://bit.ly/3bwJUwg), Chomsky había fustigado al sistema de propaganda occidental que ha llevado a la escalada militar en Ucrania, que puede acabar siendo destruida. En ese momento, Chomsky abogó por la neutralización de Ucrania y el olvido de su alucinante ingreso a la OTAN.
En una reciente entrevista al académico y periodista palestino-estadunidense Ramzy Baroud y a la periodista italiana Romana Rubeo, Chomsky aduce que las raíces etiológicas de la guerra en Ucrania se deben a la provocación de la expansión de la OTAN que la prensa occidental omite en forma deliberada mediante una censura que jamás ha visto en su vida (https://bit.ly/3y4kfT5).
Chomsky es una celebridad por su aportación a la neurolingüística y la , además de impulsar la en las ciencias humanas. De ahí que sea muy crítico de la de los multimedia de Occidente, donde , ni siquiera conocer el punto de vista de Rusia.
Según Chomsky, “no es solo su opinión” sino la de “cada funcionario de alto nivel en EU familiarizados con Rusia y Europa oriental: desde George Kennan y en la década de 1990, el embajador Jack Matlock con Reagan, incluyendo al presente director de la CÍA”, quienes “han estado advirtiendo a Washington que es temerario y provocativo ignorar las muy claras y explícitas líneas rojas de Rusia”.
Chomsky juzga que las líneas rojas son anteriores a Putin –, ya que Chomsky culpa a Bill Clinton de haberse pasado por su Arco del Triunfo las líneas rojas respetadas por Daddy Bush.
Peor aún: Baby Bush llegó a la temeridad de a integrarse a la OTAN, al unísono de su de Cheney y Rumsfeld, mientras. Pues sí: eran otras Francia y Alemania…
Después de desglosar la provocación de Biden y su secretario de Estado, el jázaro Antony Blinken, Chomsky sentenció que es, por lo que si Ucrania, será.