El picante en algunas ocasiones generan situaciones inesperadas.
Esto te puede sonar extraño, pero el recto y la boca están relacionados. En ambas partes se tienen receptores que detectan el calor y la capsaicina, al producir esta sensación activa los receptores TRPV1.
Pero este fenómeno no es del todo negativo, ya que estudios recientes en la universidad de Vermont revelaron que quienes consumían picante reducían en un 13% sus probabilidades de fallecer.
Los investigadores piensan que esto podría deberse a que la capsaicina ayuda a que la sangre circule por todo el cuerpo y a su vez esa sustancia que da el sabor picante puede generar cambios positivos en la flora intestinal.