El 24 de mayo de 1988, la ciudad de Chihuahua vivió una de las emergencias industriales más graves de su historia cuando un incendio estalló en la planta de Petróleos Mexicanos (Pemex), ubicada en la intersección de las avenidas Agustín Melgar y de las Industrias.
¿Qué ocurrió?
A las 10:10 de la mañana, el tanque número 14, que contenía más de cuatro millones de litros de diáfano (un derivado del petróleo), explotó tras un intento de reparación con soldadura cerca de una fuga de combustible. La chispa generada encendió el líquido inflamable, provocando una enorme columna de fuego visible desde toda la ciudad .
Impacto y respuesta
El incendio duró más de ocho horas, con llamas que alcanzaron hasta 50 metros de altura. La situación fue crítica debido a la proximidad de otro tanque con gasolina Nova, lo que podría haber causado una catástrofe aún mayor. Gracias a la rápida acción de bomberos de Chihuahua y de ciudades cercanas como Delicias, Camargo, Parral, Cuauhtémoc, Aldama y Ciudad Juárez, se logró controlar el fuego antes de que se propagara .
Se evacuaron alrededor de 200,000 personas de diez colonias aledañas, y la zona fue acordonada por el Ejército y cuerpos policiacos para garantizar la seguridad de la población .
Consecuencias
Afortunadamente, no se reportaron pérdidas humanas, pero el incidente dejó una huella imborrable en la memoria colectiva de Chihuahua. Como medida preventiva, la planta de Pemex fue reubicada al sur de la ciudad, en la Prolongación José Fuentes Mares, cerca del Periférico R. Almada .
Este evento también impulsó mejoras significativas en los protocolos de seguridad y prevención de desastres en la región.
Recuerdos y testimonios
El incendio de Pemex en 1988 es recordado como un momento de unidad y valentía, donde ciudadanos, autoridades y cuerpos de emergencia trabajaron juntos para evitar una tragedia mayor. Testimonios de la época relatan el caos y la desesperación, pero también la solidaridad y el heroísmo de quienes participaron en las labores de evacuación y control del fuego .