La zona europea ha entrado en recesión en el primer trimestre de este año, con un PIB de -0.1% según las estimaciones revisadas de Eurostat. Este retroceso se debe en parte a la contracción económica en Alemania.
Además, el consumo de los hogares ha caído un 0.3%, lo que refleja las presiones causadas por los precios más altos.
Los economistas no son optimistas sobre la recuperación en los próximos meses y esto plantea un desafío para el BCE, que ha adoptado una postura restrictiva y aumentado las tasas de interés.
El pobre desempeño económico podría limitar su margen de maniobra para seguir aumentando las tasas y combatir la inflación.
A pesar de esto, las rentabilidades de los bonos de la zona euro siguen al alza debido a las expectativas de un endurecimiento monetario adicional.
Por Chihuahua Es Política.