El 6 de julio de 1824 se erigió el estado libre y soberano de Chihuahua.

Este suceso formó parte de una serie de transformaciones sufridas por el territorio chihuahuense desde el periodo virreinal.

En un inicio, este formó parte del reino de la Nueva Vizcaya —que también comprendía las actuales entidades de Durango, Sonora y Sinaloa—, que fue incorporado a las Provincias Internas de Occidente a finales del siglo XVIII.

Mapa del estado de chihuahua del siglo XIX

Tras la independencia, el Congreso mexicano estableció en marzo de 1822 que la Nueva Vizcaya se administraría con base en la Constitución de Cádiz.

Posteriormente, el 19 de julio de 1823, los diputados acordaron que dicho territorio fuera dividido en dos provincias: Chihuahua y Durango.

En este contexto se formó el segundo Congreso Constituyente, el cual expidió el Acta Constitutiva de la Federación el 31 de enero de 1824.

Este documento establecía la creación del Estado Interno del Norte que, además de incluir al territorio chihuahuense, también contemplaba a Durango y Nuevo México.

Finalmente, el Congreso Constituyente decretó la fundación del estado de Chihuahua, cuyas autoridades llevaron a cabo elecciones para designar a los diputados que elaborarían la primera Carta Magna de la entidad, que fue promulgada el 7 de diciembre de 1825.

Via INEHRM Imagen: Estado de Chihuahua. Mediateca INAH.

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