Entre los platillos más representativos de Chihuahua se encuentra el caldo de oso, creado en estas tierras norteñas, se dice que por los dioses, para subsanar los estragos de la bebida en exceso, aunque para disfrutarlo no se requiere más que sentarse a la mesa y ordenar un buen plato.

Se dice que en el pueblo de San Francisco de Conchos, específicamente durante la construcción de la presa La Boquilla, a los trabajadores se les daba de comer constantemente caldo de pescado, que ellos para paliar con humor la imposición de comerlo, comenzaron a llamarlo “caldo odioso”; hasta que con el tiempo la gente, que a todo le ve el lado amable, comenzó a cambiar el odioso por oso, creándose así el famoso caldo de oso , conocido en todo el estado de Chihuahua y aún más allá de sus límites.

Y en sí, el caldo del oso es una especie de sustancia picante a base de chile colorado de la tierra y trozos grandes de pescado, aderezado con verduras como zanahoria, papas y cilantro, y acompañados con limón y pan blanco.

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