LA LENGUA NUNCA MORIRÁ.

Por Jorge Cabrera Vargas

En 1859, Charles Brasseur describió a la lengua zapoteca como un hermoso y melodioso tono, tan dulce y sonoro que se podría llamar el italiano de América. Los combatientes zapotecas durante las batallas contra los franceses y en la Revolución mexicana, se comunicaban de la única manera en que sabían hacerlo: en su lengua zapoteca. Al general Joaquín Amaro no le gustaba que los hombres del treceavo batallón zapoteca, al mando del general Heliodoro Charis Castro, hablarán en zapoteco, a lo que Charis replicó:

” Esos hombres nacieron mamando zapoteco, la lengua lo es todo para ellos, es lo único que tienen, no les puedo prohibir que la hablen.”

En la actualidad se está perdiendo el zapoteco del istmo de Tehuantepec, escritores, poetas y gestores culturales tratan de preservar la lengua zapoteca, escribiendo prosas y poemas en zapoteco y abriendo talleres para enseñar la lengua.

NO ME VERAS MORIR.

No me verás morir
no podrás olvidarme
Soy tu madre
tu padre
la vieja palabra de tu abuelo
la costumbre de los tiempos
la lágrima que brota de un anciano sauce
la más triste de las ramas
perdida entre las hojas
No me verás morir
porque soy
un cesto de carrizo
donde aún se mueven las tenazas
del papá del camarón
el pescado que Dios comió
la serpiente que devoró un conejo
el conejo que siempre se burló del coyote
el coyote que tragó un panal de avispas
la miel que brota de mis senos
tu ombligo soy
y no me verás morir
Aunque creas que todos se han marchado
no me verás morir
Habrá una semilla
escondida entre los matorrales del camino
que a esta tierra ha de volver
y sembrará el futuro
y será alimento de nuestras almas
y renacerá nuestra palabra
y no me verás morir
porque seremos fuertes
porque seremos siempre vivos
porque nuestro canto será eterno
porque seremos nosotros y tu
y los hijos de nuestros hijos
y el temblor de la tierra
que sacudirá el mar
y seremos muchos corazones
aferrados a la esencia de los binnizá
y no me verás morir
no me verás morir
no me verás
morir Irma Pineda.