Noam Chomsky, uno de los intelectuales vivos más importantes de la actualidad, ha elaborado la lista de las 10 estrategias de manipulación a través de los medios de comunicación.
Tómate 5 minutos y no te arrepentirás. Aunque solo sea para ampliar tus conocimientos.
1- La estrategia de la distracción El elemento primario del control social es la estrategia de distracción que consiste en desviar la atención del público de los problemas y cambios importantes decididos por las élites políticas y económicas, a través de la técnica del diluvio o inundaciones de constantes distracciones e información sin sentido.
La estrategia de distracción también es indispensable para evitar que el público se interese por conocimientos esenciales, en las áreas de la ciencia, la economía, la psicología, la neurobiología y la cibernética. Mantener la atención del público desviada de los verdaderos problemas sociales, aprisionada por temas sin real trascendencia. Mantener al público ocupado, ocupado, ocupado, sin tiempo para pensar, de regreso a la granja como los otros animales (citado en “Armas silenciosas para guerras pacíficas”).
2- Crear problemas y luego ofrecer soluciones. Este método también se denomina “problema-reacción-solución”. Se crea un problema, una “situación” que pretende provocar una determinada reacción de la ciudadanía, con el objetivo de que ese sea el mandato de las medidas que se quieren aceptar. Por ejemplo: dejar que la violencia urbana prolifere o se intensifique, o realizar atentados sangrientos, para que sea el público quien exija leyes y políticas de seguridad a expensas de la libertad. O también: crear una crisis económica para hacer aceptar como un mal necesario la regresión de los derechos sociales y el desmantelamiento de los servicios públicos.
3- La estrategia de la gradualidad. Para que se acepte una medida inaceptable, basta con aplicarla paso a paso, con gotitas, durante años consecutivos. Así se impusieron condiciones socioeconómicas radicalmente nuevas (neoliberalismo) durante las décadas de los ’80 y ’90: Estado mínimo, privatizaciones, precariedad, flexibilización, desempleo masivo, salarios que ya no garantizan salarios dignos, muchos cambios que habrían causaron una revolución si se aplicaban a la vez.
4- La estrategia de diferir. Otra forma de lograr que se acepte una decisión impopular es presentarla como “dolorosa y necesaria”, ganando aceptación pública, por el momento, para una futura aplicación. Es más fácil aceptar un sacrificio futuro que un sacrificio inmediato. Primero, porque el esfuerzo no es lo que se pone inmediatamente. Segundo, porque la audiencia, las masas, siempre tienden a esperar ingenuamente que “todo estará mejor mañana” y que se podría evitar el sacrificio requerido. Esto le da a la audiencia más tiempo para acostumbrarse a la idea del cambio y aceptarlo resignado cuando llegue el momento.
5- Dirigirse a la audiencia como niños. La mayor parte de la publicidad dirigida al gran público utiliza discursos, temas, personajes y una entonación particularmente infantil, muchas veces cercana a la debilidad, como si el espectador fuera una criatura de pocos años o un imbécil tal. Cuanto más intentas engañar al espectador, más tiendes a usar un tono infantil. ¿Por qué? “Si alguien se refiere a una persona como si tuviera 12 años o menos, entonces, en base a la sugestionabilidad, tenderá, con cierta probabilidad, a una respuesta o reacción que también es de una persona de 12 años o menos” ( ver “Armas silenciosas para guerras pacíficas”).
6- Usa el aspecto emocional mucho más que la reflexión. Aprovechar la emoción es una técnica clásica para provocar un cortocircuito en el análisis racional y, finalmente, en el sentido crítico del individuo. Además, utilizar el registro emocional te permite abrir la puerta al inconsciente para implantar o inyectar ideas, deseos, miedos y miedos, compulsiones, o inducir conductas.
7- Mantener a la audiencia en la ignorancia y la mediocridad. Hacer que el público no pueda comprender las tecnologías y métodos utilizados para su control y esclavitud. “La calidad de la educación que se da a las clases sociales más bajas debe ser la más pobre y mediocre posible, de modo que la distancia de ignorancia que se traza entre las clases bajas y las altas quede imposible de llenar para las clases bajas”.
8- Animar a la audiencia a ser complaciente con la mediocridad. Empujar a la audiencia a creer que está de moda ser estúpido, vulgar e ignorante…
9- Fortalecimiento de la autoculpabilidad. Hacer creer al individuo que es el único culpable de su desgracia, por su insuficiente inteligencia, habilidad o esfuerzo. Así, en lugar de rebelarse contra el sistema económico, el individuo se autodevalúa y se autoculpa, lo que a su vez crea un estado depresivo, uno de cuyos efectos es la inhibición de su acción. ¡Y sin acción no hay revolución!
10- Conocer a los individuos mejor de lo que se conocen a sí mismos. Durante los últimos 50 años, los rápidos avances de la ciencia han provocado una brecha cada vez mayor entre el conocimiento del público y el que poseen y utilizan las élites dominantes.
Gracias a la biología, la neurobiología y la psicología aplicada, el “sistema” ha disfrutado de un conocimiento avanzado del ser humano, tanto en su forma física como psicológica. El sistema ha logrado conocer al individuo común mejor de lo que éste se conoce a sí mismo.
Esto significa que, en la mayoría de los casos, el sistema ejerce mayor control y poder sobre los individuos, mayor que el que el individuo ejerce sobre sí mismo.