El veneno de la viuda negra es neurotóxico, lo que significa que bloquea la transmisión de impulsos nerviosos, paralizando el sistema nervioso central y produciendo dolores musculares intensos.

Si la viuda negra es presionada contra la piel humana, reacciona naturalmente mordiendo para su defensa.

Los efectos más comunes de la mordedura comprenden dolor abdominal, espasmos musculares abdominales e hipertensión. En algunos varones mordidos se han reportado casos de priapismo, que cedieron con la administración del antídoto.

Aunque el veneno de esta araña es peligroso, raramente llega a ser letal. Si es correcta y puntualmente tratada, la víctima se recupera totalmente. La mordedura de una viuda negra es distinguida por una herida doble. Los niños y los adultos que no están en buenas condiciones físicas sufren más la mordedura pudiendo tener en estos casos consecuencias mortales.

Los antídotos tradicionales producen efectos colaterales y los dolores pueden seguir hasta setenta y dos horas después.

El Instituto de Biotecnología de la UNAM en Morelos desarrolló entre 1998 y 2000, empleando la ingeniería genética, un antiveneno llamado Aracmyn que realiza su efecto en quince minutos.

Este antídoto ha sido aprobado en Colombia, México, Panamá, Perú, Venezuela y Estados Unidos.

Cabe mencionar que el Instituto Bioclon, filial del laboratorio Silanes, es dueño de la patente del antiveneno Aracmyn, parte de cuyo desarrollo e investigación ocurrieron en las instalaciones del mencionado Instituto.[cita requerida] Aracmyn, junto con otros anti venenos faboterápicos, se exporta actualmente a África, Centroamérica y Sudamérica. En los Estados Unidos, la FDA ya autorizó la venta de Alacramyn y Antivipmyn.

Por Imágenes Históricas.