Estos hombres formaron el pelotón que fusiló a Maximiliano en el Cerro de las Campanas el 19 de junio de 1867.

Un libro publicado en Nueva York escrito por Roberto Gayon, quien fuera secretario de Aureliano Blanquet, dice que el capitán Montemayor mandaba este pelotón, cuando dio la señal de fuego sobre Máximiliano, las balas lo hicieron caer al suelo boca arriba.
Vivo aún, balbuceaba la palabra: hombre. De inmediato el capitán Montemayor ordenó al sargento Blanquet, quién estaba en reserva, diera el tiro de gracia al caído.
Acercando el fusil a la altura del corazón, Blanquet apretó el gatillo, apagando la voz de Máximiliano, terminando con su vida.
En otra versión del general Juan Manuel Torres, indica que Blanquet no estuvo en el Cerro de las Campanas, siendo el sargento segundo Ángel Padilla quien dirigió el pelotón de fusilamiento.
El general Torres aseguro que fueron tan certeros los tiradores que una bala atravesó limpiamente el corazón de Maximiliano, por lo que no fue necesario el tiro de gracia.
Jorge Cabrera Vargas.