En una modesta vivienda ubicada en la intersección de las calles 25 y Coronado, en la ciudad de Chihuahua, inició la historia de uno de los máximos referentes del cine y la música mexicana. En ese domicilio nació, en 1911, Jorge Negrete, sin que entonces se presagiara que aquel suceso marcaría el comienzo de una leyenda nacional.
Hijo de David Negrete, militar de profesión, Jorge creció en el contexto de una familia acostumbrada a la disciplina y a los constantes traslados que imponía la carrera castrense. Fue precisamente una de esas comisiones de servicio la que llevó a su madre a dar a luz en la capital del estado de Chihuahua.

Meses después de su nacimiento, las obligaciones del padre obligaron a la familia a abandonar la ciudad. El hogar que fue testigo de los primeros días de vida del futuro ícono quedó atrás, mientras el núcleo familiar se trasladaba a Guanajuato, entidad donde Jorge Negrete pasó su infancia y juventud y comenzó a desarrollar las cualidades que más tarde definirían su carácter y su inconfundible voz.
Con el paso de los años surgieron diversas versiones que atribuían su nacimiento a otras entidades del país. No obstante, los registros oficiales despejan cualquier duda: actas y documentos históricos confirman que Jorge Negrete nació en la ciudad de Chihuahua, reafirmando su origen chihuahuense.

Aunque gran parte de su vida personal y profesional se desarrolló lejos del norte del país, el punto de partida de su historia permanece firme. En aquella casa sencilla de las calles 25 y Coronado quedó escrita la primera página de la trayectoria del hombre que el país conocería como El Charro Cantor, figura emblemática del cine nacional y orgullo que Chihuahua reivindica con documentos, memoria y legado.
Por Chihuahua Es Historia