Warren Buffett es uno de los mayores accionistas de Apple y hace unos meses protagonizó uno de los movimientos más comentados en Wall Street: la venta de más de la mitad de sus acciones por más de 500 millones de dólares.
Pero todo lo referente a este inversor de 94 años es de película. Su rutina diaria tiene perplejos a los médicos: no solo por su edad y porque que siga tan activo, sino por la dieta que ha llevado (y lleva) cada día. Todo lo contrario de lo que se suele recomendar para llegar con salud a una edad tan alta.
La dieta que desafía toda lógica.
Warren Buffett comienza el día con una Coca-Cola matutina (nada de light, ni zero) con todo su azúcar. Y es solo una de las cinco que consume a diario.
Warren Buffett lleva 54 años siguiendo la misma rutina de desayuno en McDonald’s, guiándose por una regla de lo más curiosa: “Cuando las acciones bajan, pido el desayuno de 2,95 dólares. Cuando suben, el de 3,17 dólares”.
En total van más de 19.000 desayunos en McDonald’s, con un total de 252 gramos de azúcar diarios (siete veces lo recomendado) y 700 calorías solo en Coca-Cola. “Básicamente, soy un cuarto Coca-Cola”.
Warren Buffett lleva décadas predicando una verdad incómoda: el estrés mata más que una hamburguesa, y ocho horas de sueño valen más que cualquier batido de proteínas.
“No negocio con mi sueño”, insiste quien ha demostrado que se puede liderar un imperio financiero sin sacrificar el descanso. Tal vez la clave de la longevidad no está solo en lo que comemos, sino en cómo vivimos. Y en este punto, entre hamburguesas y Coca-Colas, Warren Buffett podría tener más razón de lo que pensamos.