Aunque desde la Tierra solemos ver al Sol amarillo o anaranjado, los científicos confirman que su color real es blanco, resultado de la combinación de todas las longitudes de onda de la luz visible.
De acuerdo con la NASA y estudios publicados en Science Focus y Discover Magazine, el Sol emite radiación en todo el espectro: desde el violeta, pasando por el azul, verde y amarillo, hasta llegar al rojo. Esta mezcla equilibrada genera una luz blanca pura cuando se observa fuera de la atmósfera.
Su temperatura superficial, cercana a 5,778 °C, determina ese espectro completo de emisión. Técnicamente, el pico de intensidad se encuentra en la zona verde-amarilla (~518 nanómetros), pero debido a la suma de todos los colores, el ojo humano percibe la luz solar como blanca.
En cambio, la atmósfera terrestre actúa como un filtro: dispersa las longitudes de onda más cortas (azul y violeta), haciendo que el Sol parezca amarillo al mediodía, naranja o rojo al atardecer, dependiendo del ángulo y la cantidad de partículas en el aire.
Desde el espacio, sin esa distorsión atmosférica, los astronautas ven al Sol tal como es: una estrella blanca brillante, portadora de todos los colores del arcoíris y fuente de la energía que sostiene la vida en la Tierra. 🌎✨