Chihuahua, Chih. – En el norte del país, la rivalidad entre las dos ciudades más grandes del estado de Chihuahua no solo se vive en el fútbol, la política o la cultura… ahora también se extiende al subsuelo.
La frase “Hasta en los túneles hay niveles” comenzó a circular entre habitantes de la capital y de Ciudad Juárez, en tono de burla, crítica y orgullo. ¿El motivo? Las recientes comparaciones entre las obras subterráneas de ambas ciudades: desde pasos a desnivel hasta sistemas de drenaje y transporte.

En Chihuahua capital, los túneles y pasos deprimidos se han convertido en símbolo de modernización urbana. Aunque no exentos de críticas, destacan por su diseño más estético, alumbrado y relativa eficiencia vial. En redes sociales, los capitalinos presumen su infraestructura subterránea como un ejemplo de “nivel” y orden.
Por otro lado, en Ciudad Juárez, donde la urgencia es distinta y la densidad poblacional mucho mayor, los túneles cumplen funciones más utilitarias: son clave para desfogar el tráfico, pero también han sido escenario de inundaciones, grafitis, y hasta improvisadas intervenciones artísticas y sociales.
Para algunos, esta comparación es injusta: Juárez carga con décadas de abandono institucional y una problemática fronteriza compleja. Para otros, la frase refleja con ironía las prioridades urbanas y cómo incluso debajo de la tierra, el desarrollo se mide con lupa… o con sarcasmo.
Lo cierto es que en Chihuahua —estado de contrastes—, la frase se ha vuelto viral y abre una nueva discusión: ¿cuánto dice un túnel sobre una ciudad?
Por Chihuahua Es Cultura