La araña Goliat come-pájaros (Theraphosa blondi) ostenta el título de la araña más grande del mundo, tanto por su masa como por su tamaño total. Originaria de las densas y húmedas selvas del norte de América del Sur, especialmente en la cuenca del Amazonas, este coloso arácnido puede alcanzar hasta 30 centímetros de envergadura (incluyendo las patas), aproximadamente el tamaño de un plato.
A pesar de su nombre intimidante, rara vez se alimenta de aves. Su dieta está compuesta principalmente por insectos, pequeños mamíferos, anfibios y, ocasionalmente, reptiles. El nombre proviene de una observación del siglo XVIII en la que se registró a un ejemplar alimentándose de un colibrí, aunque este comportamiento es muy poco común.
El cuerpo de la Goliat está cubierto por pelos urticantes, unas cerdas finas y barbudas que puede lanzar como mecanismo de defensa, causando irritación en la piel y mucosas de sus depredadores. Además, posee grandes colmillos de hasta 2.5 centímetros (1 pulgada) de largo, capaces de inyectar veneno. Aunque su mordedura no es letal para los humanos, puede provocar un dolor similar al de una picadura de avispa.
De hábitos nocturnos y vida subterránea, esta araña habita en profundas madrigueras del suelo selvático. Desempeña un papel clave en el equilibrio ecológico al controlar las poblaciones de insectos y pequeños vertebrados. Su imponente tamaño y su aire de misterio la han convertido en una criatura tanto temida como admirada en todo el mundo.

Por Chihuahua Es Cultura