El Acueducto de Chihuahua es una de las obras de ingeniería más antiguas de la ciudad, construido durante la época colonial con el propósito de abastecer de agua potable a la población.
Fue inaugurado en 1754, aunque no fue sino hasta 1786 cuando el agua logró llegar a la Alameda Vieja —hoy conocida como Parque Lerdo—, donde se instalaron las primeras fuentes públicas dentro de la ciudad.

Esta monumental obra tuvo una extensión aproximada de 5 kilómetros y representa un testimonio invaluable del desarrollo urbano e hidráulico de la época.
Hoy en día, el acueducto no solo conserva su valor histórico, sino que también se ha convertido en un atractivo turístico ideal para recorrer, aprender sobre la historia local y tomarse fotografías memorables.

Por Chihuahua Es Turismo