En el kilómetro 21 de la antigua carretera libre a Ciudad Juárez, Chihuahua, se erige un monumento que ha trascendido como símbolo de una de las tragedias más conmovedoras en la historia del estado: el accidente ocurrido el 1 de agosto de 1939, conocido como “Las Siete Cabecitas”.
La Tragedia
En ese fatídico día, un grupo de 25 niños y adolescentes, miembros de la YMCA (Young Men’s Christian Association), partieron desde Chihuahua con destino al Parque Nacional Cumbres de Majalca para acampar durante ocho días. Sin embargo, en la llamada “Curva del Muerto”, un camión cargado de maquinaria pesada invadió el carril contrario, provocando una colisión frontal. La maquinaria cayó sobre el vehículo de los jóvenes, resultando en la muerte instantánea de siete de ellos. Este trágico suceso dejó una huella imborrable en la comunidad chihuahuense .
El Monumento
En mayo de 1940, para conmemorar a los fallecidos y advertir a los conductores sobre los peligros de la carretera, se inauguró el monumento conocido como “Las Siete Cabecitas”. Este memorial presenta siete cabezas esculpidas en piedra, representando a los niños que perdieron la vida en el accidente. A lo largo de los años, el sitio ha sido objeto de restauraciones debido al desgaste y actos de vandalismo.

Leyendas y Creencias
La tragedia ha dado origen a diversas leyendas urbanas. Se dice que, especialmente durante la noche, se pueden escuchar risas y voces infantiles cerca del monumento. Algunos conductores han reportado la aparición de figuras fantasmales de niños en la carretera, lo que ha alimentado la creencia de que sus espíritus aún rondan el lugar .
Estado Actual
En la actualidad, el monumento enfrenta desafíos de conservación. A pesar de su importancia histórica y cultural, ha sido víctima de actos de vandalismo y abandono. En ocasiones, el área circundante ha sido utilizada inapropiadamente, lo que ha generado preocupación entre los habitantes y autoridades locales .
Conclusión
“Las Siete Cabecitas” no solo es un monumento que recuerda una tragedia, sino también un recordatorio de la fragilidad de la vida y la importancia de la memoria colectiva. A pesar de los desafíos actuales, sigue siendo un lugar de reflexión y homenaje para todos aquellos que valoran la historia y el legado de Chihuahua.
Por Chihuahua Es Cultura