Chris Louis, un joven padre de 24 años, quedó solo con la responsabilidad de sus tres hijos después de que su esposa los abandonara semanas atrás. Sin empleo, sin apoyo familiar y con la carga completa sobre sus hombros, buscaba desesperadamente una manera de salir adelante.
El pasado 22 de marzo, tomó una decisión que lo llevaría a la cárcel: llevó a sus hijos de 1, 6 y 10 años a un McDonald’s y los dejó allí mientras asistía a una entrevista de trabajo cercana.
Testigos aseguran que el padre regresó en una ocasión para ver cómo estaban, pero al salir de nuevo, un cliente alertó a la policía. Cuando las autoridades llegaron, permanecieron junto a los pequeños hasta que Chris volvió. En ese momento, explicó que no podía dejarlos solos en casa y que esa entrevista era su única oportunidad de conseguir un empleo para darles un futuro mejor.
Poco después, la madre apareció en el restaurante para recoger a los niños… solo cuando vio que la policía había sido llamada.
La versión más conmovedora fue la de la hija mayor, de apenas 10 años, quien aseguró entre lágrimas que su papá “nunca los dejó solos como mamá lo había hecho”. Explicó que, antes de salir, él le pidió que cuidara de sus hermanitos porque quería luchar por ellos y darles algo mejor.