El tardígrado, también conocido como “oso de agua”, es un organismo microscópico de menos de un milímetro de longitud que ha sorprendido a la ciencia por sus extraordinarias capacidades de supervivencia.
Diversos estudios han demostrado que puede resistir condiciones extremas que serían letales para casi cualquier otra forma de vida. Entre ellas destacan temperaturas que oscilan desde los –200 °C hasta más de 150 °C, presiones superiores a las que existen en las profundidades del océano, y la falta total de agua durante décadas.
En este último caso, el tardígrado entra en un estado de animación suspendida llamado criptobiosis, en el que detiene casi por completo sus funciones vitales. Una vez que las condiciones vuelven a ser favorables, el organismo “despierta” y continúa su vida con normalidad.
Estas características lo han convertido en objeto de múltiples investigaciones científicas, especialmente en el campo de la biología espacial, ya que se ha comprobado que incluso puede sobrevivir a la exposición directa al vacío del espacio. Por ello, el tardígrado es considerado el animal más resistente de la Tierra.