El primer vuelo de los hermanos Wright en 1903 abrió el camino a la aviación moderna y, décadas después, a la exploración espacial
El 17 de diciembre de 1903, en Kitty Hawk, Carolina del Norte, Orville y Wilbur Wright lograron un hito histórico: elevar un avión tripulado y controlado por medios propios. El vuelo duró 12 segundos y recorrió 36 metros, pero fue suficiente para demostrar que la humanidad podía conquistar los cielos.
A partir de ese modesto despegue, la aviación evolucionó rápidamente. En pocas décadas, los aviones dejaron de ser frágiles estructuras de madera y tela para convertirse en máquinas metálicas capaces de atravesar océanos y alcanzar velocidades supersónicas, revolucionando el transporte, la comunicación y la ingeniería en general.
El avance más sorprendente se produjo en 1969, apenas 66 años después del primer vuelo: la misión Apolo 11 llevó a Neil Armstrong y Buzz Aldrin a la superficie lunar, marcando un salto sin precedentes en la exploración humana.
El contraste entre aquel primer vuelo y los pasos en la Luna refleja la capacidad del ingenio humano para transformar sueños en realidades en muy poco tiempo, consolidando la aviación y la exploración espacial como capítulos fundamentales de la historia de la humanidad.
De Kitty Hawk al Mar de la Tranquilidad, la historia demuestra que la curiosidad, la innovación y la determinación son motores capaces de llevar a la humanidad desde unos metros del suelo hasta las estrellas.
Por Chihuahua Es Historia