30 de julio de 1971. Dos horas después de que el módulo lunar Falcon del Apollo 15 aterrizara en la superficie de la Luna, los astronautas Dave Scott y Jim Irwin realizaron una maniobra poco común: despresurizaron la cabina y abrieron la escotilla superior del módulo.
Scott se puso de pie sobre la cubierta del motor de ascenso y asomó la cabeza al exterior. Durante 25 minutos, describió y fotografió el terreno del lugar conocido como Hadley–Apennine, donde pasarían los siguientes tres días realizando exploraciones científicas.
Esta breve observación, conocida como una actividad extravehicular en posición de pie (SEVA, por sus siglas en inglés), fue la única de su tipo en toda la historia del programa Apollo. Gracias a ella, los astronautas pudieron ofrecer un primer reconocimiento visual del paisaje lunar antes de iniciar sus recorridos sobre la superficie.
En una de las fotografías captadas por Scott durante esa sesión, se distingue el cráter St. George, de 2.4 kilómetros de diámetro, visible en la parte superior izquierda de la imagen.
Por Chihuahua Es Cultura