Estados Unidos. — El empresario y filántropo Bill Gates, uno de los hombres más ricos del mundo, sorprendió con una declaración poco común: si tuviera que vivir en la extrema pobreza, se dedicaría a criar gallinas.
Gates explicó que su afirmación no se basa en romanticismo, sino en una lógica matemática y económica sólida. “No hay ninguna inversión que ofrezca un porcentaje de rentabilidad similar al de criar gallinas”, aseguró el fundador de Microsoft.
Cuando se le planteó el escenario de sobrevivir con solo dos dólares diarios, Gates respondió que su estrategia sería comenzar un pequeño negocio avícola, iniciando con cinco gallinas y reinvirtiendo las ganancias de manera progresiva.
Según su planteamiento, los primeros huevos no se consumirían ni se venderían todos, sino que se utilizarían para incubar nuevos pollos y así aumentar el tamaño del rebaño. Una parte de la producción se destinaría a la venta, generando flujo de efectivo, mientras que el verdadero crecimiento estaría en el incremento constante del número de aves.
Gates calculó que un campesino que logre producir 250 aves al año podría obtener ingresos de aproximadamente 1,250 dólares. Su Fundación Bill y Melinda Gates incluso ha donado más de 100,000 gallinas en distintas comunidades de África, demostrando que el modelo puede ser viable en la práctica.
De acuerdo con Gates, las gallinas representan un motor de prosperidad accesible: generan ingresos diarios por la venta de huevos, permiten la reproducción continua del rebaño, pueden venderse como aves adultas y hasta su estiércol sirve como fertilizante natural.
“Criar gallinas es una forma casi perfecta de crear riqueza desde cero”, afirmó. “No se necesita herencia ni préstamos; basta con empezar con lo que se tiene a la mano.”
Para el magnate, esta visión encarna la diferencia entre trabajar por dinero y hacer que el dinero trabaje para uno mismo, incluso en condiciones de pobreza extrema.

Por Chihuahua Es Cultura