La hipótesis del multiverso ha ganado terreno en los últimos años dentro del ámbito científico y cultural. Su origen se encuentra en ciertos modelos de la inflación cósmica, teoría que explica por qué el universo observable resulta tan homogéneo y plano.
La inflación sostiene que, justo después del Big Bang, el universo atravesó una expansión extremadamente rápida. En una de sus versiones más intrigantes, conocida como inflación eterna, este proceso nunca se detiene por completo: mientras algunas regiones dejan de inflarse y forman universos como el nuestro, otras continúan expandiéndose indefinidamente.
De acuerdo con esta idea, cada una de estas regiones sería una “burbuja” independiente: un universo con condiciones iniciales propias y, en algunos modelos, incluso con leyes físicas diferentes. Sin embargo, habría un obstáculo insalvable: estas burbujas quedarían completamente desconectadas entre sí, imposibilitando cualquier forma de viaje o comunicación entre ellas.
A pesar de su atractivo, la propuesta del multiverso sigue siendo altamente especulativa. No existen observaciones directas que respalden su existencia y, de hecho, algunos especialistas cuestionan si puede considerarse una teoría científica en sentido estricto.
Por ahora, el multiverso se mantiene en la frontera entre la ciencia y la especulación, un concepto que despierta tanto fascinación como escepticismo.
Por Chihuahua Es Cultura