La historia transcurre en el planeta de los Draag, una gigantesca raza alienígena que un día visitó la Tierra y se llevó consigo algunos humanos. Para los Draag, los humanos son diminutos como un pequeño ratón, carecen de inteligencia y de hecho ocupan en su planeta un estatus similar al que los ratones, unos seres inferiores.
Algunos humanos son adoptados como mascotas, porque domesticarlos se ha puesto de moda entre los Draag niños y adolescentes. Pero el resto de humanos, gran parte de ellos, viven en estado salvaje y son considerados una plaga. De hecho, los alienígenas desinfectan periódicamente diversos lugares para intentar aniquilar a los humanos silvestres.
Bajo esa premisa, la película coloca al espectador en una postura incomoda, que nos obliga a adoptar una nueva perspectiva sobre muchas de nuestras costumbres. Nos hace reflexionar sobre el trato que nosotros le damos a otras criaturas “inferiores”.
Los Draag limpian una zona de presencia humana, tal como nosotros acabamos con las cucarachas o un hormiguero. De hecho, en la película, los humanos se asemejan mucho a una colonia de hormigas.
Quizá lo mas chocante para algunos, es contemplar a nuestra propia raza en condición de alimaña, que sirve como metáfora de nuestra relación con el entorno natural y en creer que el planeta nos pertenece sólo a nosotros. Sin duda una película con mucha critica social, donde las culturas están condenadas bien a entenderse o bien a exterminarse mutuamente.
¿Ya visualizaron la película?
por Chihuahua Es Cultura