Aunque una abeja vive menos de 40 días, en ese corto tiempo visita más de mil flores y produce menos de una cucharadita de miel. Lo que para los humanos es un simple alimento, para ellas representa toda una vida de trabajo.
Su labor, repetida millones de veces por toda la colonia, es esencial para mantener un equilibrio vital en la naturaleza. Las abejas son fundamentales para la polinización, un proceso clave para la reproducción de muchas plantas, tanto silvestres como cultivadas, que sostienen la vida en nuestro planeta