En 2009, la sonda Lunar Reconnaissance Orbiter (LRO) de la NASA capturó imágenes del lugar de alunizaje de la misión Apolo 14, en las tierras altas de Fra Mauro, donde los astronautas Alan Shepard y Edgar Mitchell descendieron el 5 de febrero de 1971.
Las fotografías revelan que, a pesar del paso de las décadas, aún permanecen visibles las huellas de los astronautas, el rastro dejado por el Módulo Lunar y los restos de los experimentos científicos instalados en la superficie.
El registro confirma cómo la actividad humana en la Luna, aunque breve, dejó marcas que persisten en un entorno sin atmósfera ni erosión significativa. Según los especialistas, estas imágenes también demuestran el avance tecnológico en la exploración espacial: de misiones tripuladas que recorrieron terrenos desconocidos a satélites capaces de cartografiar el satélite natural con gran detalle.
El legado del Apolo 14 no solo forma parte de la historia de la exploración lunar, sino que también representa la continuidad de la curiosidad científica y la capacidad tecnológica de la humanidad.
Por Chihuahua Es Cultura