Un hallazgo reciente reveló que las larvas de la polilla de la cera (Galleria mellonella) pueden hacer en un solo día lo que a la naturaleza le tomaría siglos: degradar plástico.
En experimentos de laboratorio, cerca de 2,000 larvas lograron destruir por completo una bolsa de polietileno en apenas 24 horas. Lo más sorprendente no es que la perforen o mastiquen, sino que los investigadores comprobaron que una parte del plástico es químicamente transformado y convertido en grasa corporal.
Este avance es crucial, ya que el polietileno es el plástico más producido en el mundo —más de 100 millones de toneladas al año— y también uno de los más persistentes en el ambiente.
🔬 El límite del hallazgo: cuando las larvas se alimentan únicamente de plástico, mueren en pocos días. El material no les aporta nutrientes suficientes, pierden peso y no logran completar su ciclo de vida. Para contrarrestar esto, los científicos experimentan con la adición de suplementos como azúcares, que prolongan su supervivencia mientras continúan degradando plástico.
El futuro de la investigación se orienta en dos posibles direcciones:
Criar larvas en masa bajo condiciones controladas para procesar residuos plásticos. Aislar bacterias y enzimas de su intestino responsables de la degradación y aplicarlas en biotecnología a gran escala.
Aunque estos gusanos no resolverán por sí solos la crisis del plástico, representan una poderosa prueba de concepto: la solución podría estar ya en la naturaleza, esperando a que la aprendamos a aprovechar de forma responsable.
📚 Fuente: “These ‘plastivore’ caterpillars can devour a plastic bag in just 24 hours.” ScienceDaily, 27 de agosto de 2025.