Durante décadas, el Esfinge fue más que un simple bar. Fue un punto de reunión para artistas, músicos, bohemios y personajes de la vida social de Ciudad Juárez.
Con su impresionante arquitectura en forma de pirámide egipcia, el Esfinge se convirtió en un símbolo de la ciudad.
Era un lugar obligado para visitar, tanto para los juarenses como para los turistas que cruzaban la frontera.
Aunque el bar cerró sus puertas en 2003, su legado sigue vivo en la memoria de quienes lo conocieron y vivieron diferentes historias de amor, de fiesta y tantos buenos recuerdos.
Por Chihuahua Es Cultura