La física cuántica podría estar sacudiendo la mesa otra vez.
Nuevas investigaciones sugieren que la suerte podría no ser simple caos o coincidencia: lo que llamamos “azar” podría seguir patrones cuánticos ocultos.
En el nivel más diminuto de la realidad, las partículas no se comportan al azar.
Responden a probabilidades, funciones de onda y entrelazamientos invisibles.
Eso significa que cada lanzamiento de moneda, cada momento de “estar en el lugar y momento adecuados”, podría estar influido por probabilidades tejidas en el tejido cuántico del universo.
No es superstición: es la ciencia alcanzando a la intuición.
Tal vez por eso algunas personas parecen atraer la fortuna, mientras otras la pierden una y otra vez.
Quizá no se trate solo de mentalidad o de tiempo… sino de una resonancia con reglas invisibles que apenas empezamos a comprender.
Si esto es cierto, podría cambiarlo todo: desde cómo entendemos las estadísticas hasta cómo concebimos la espiritualidad.