En la década de 1980, Eugenio Baeza y su familia iniciaron un pequeño negocio de venta de productos cárnicos, sin imaginar que se convertiría en uno de los grupos empresariales más importantes de México. Sin embargo, el camino no fue sencillo: en 1989, la compañía estuvo al borde de la quiebra debido a problemas administrativos y fallas en sus sistemas.
“Ese fue un punto de quiebre. Reorganizamos todo y nos propusimos no solo sobrevivir, sino crecer”, recuerda Baeza.
La estrategia dio frutos. En los años siguientes, Grupo Bafar adquirió empresas como BF de FEMSA y Bur, especializándose en rescatar y fortalecer negocios en crisis. En 2007, la firma apostó por modernizar sus operaciones con la implementación del sistema SAP, y en 2010 inició un proceso de diversificación que la llevó a invertir en agricultura, bienes raíces y otros sectores estratégicos.
En 2015, el grupo dio un nuevo giro al integrarse a la era digital, incorporando inteligencia artificial y análisis de datos para competir a nivel global.

Más allá de los números, Baeza asegura que el motor de cada decisión ha sido su compromiso con Chihuahua, su tierra natal. “Siempre supe que Bafar debía ser más que una compañía; debía ser una fuente de empleo, desarrollo y esperanza”, afirmó.
Hoy, Grupo Bafar no solo busca consolidar su posición en el mercado, sino también dejar un legado que impulse el progreso de México y demuestre que los negocios pueden transformar vidas.
Por Chihuahua Es Economia