- Cultivo y cosecha: Los árboles de canela se cultivan durante aproximadamente dos a tres años. Luego, son cortados cerca del suelo para fomentar el crecimiento de nuevos brotes.
- Recolección de la corteza: Los brotes jóvenes, que tienen alrededor de dos años, son cosechados y se les pela la corteza exterior para extraerla.
- Raspado de la corteza exterior: Se utiliza un cuchillo especial para quitar la capa exterior de la corteza, dejando expuesta la corteza interior, que es la parte que se utiliza.
- Secado y enrollado: Las tiras de corteza interior se secan durante varias horas, lo cual las hace enrollarse naturalmente. Después, se secan completamente al sol durante varios días hasta que adquieren su característico color marrón y se curvan en forma de tubos, conocidos como “canutillos” de canela.
- Clasificación y embalaje: Los canutillos de canela se clasifican según su calidad, tamaño y apariencia. Posteriormente, se empaquetan para su distribución en el mercado.
Dato curioso: En la antigüedad, la canela fue considerada un regalo muy valioso, digno de reyes y deidades. En el antiguo Egipto, se utilizaba en el proceso de embalsamamiento y se valoraba más que el oro.
La canela no solo es apreciada en la cocina por su sabor y aroma únicos, sino que también tiene propiedades medicinales.
Ha sido utilizada en la medicina tradicional para tratar una variedad de condiciones, incluyendo problemas digestivos e inflamatorios.
Por Chihuahua Es Cultura