Ciudad de México, 25 de julio de 2025 — Lo que a simple vista podría confundirse con la explosión de una bomba atómica es, en realidad, un fenómeno meteorológico tan impresionante como devastador: una micro-ráfaga. Estas violentas corrientes de aire descendente se originan en nubes de tormenta y, al impactar contra el suelo, se dispersan con una fuerza similar a la de un tornado.
A diferencia de estos últimos, las micro-ráfagas duran apenas unos minutos, pero su intensidad puede ser suficiente para derribar árboles, volcar aeronaves ligeras y causar daños comparables a los de un huracán en zonas muy localizadas. El peligro se incrementa por su carácter repentino: muchas veces ocurren sin previo aviso, sorprendiendo a comunidades y autoridades por igual.
Meteorólogos advierten sobre la importancia de monitorear estos eventos, especialmente en temporada de tormentas severas. Su breve duración no debe subestimarse: basta un instante para transformar un paisaje en un escenario de destrucción.

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Por Chihuahua Es Cultura