Guerrero, Chih.— San Isidro, en el municipio de Guerrero, es reconocido como una de las cunas de la Revolución Mexicana. Fue aquí donde Pascual Orozco se levantó en armas el 19 de noviembre de 1910, marcando el inicio de una serie de acciones que serían decisivas para la lucha contra el régimen de Porfirio Díaz.
La participación de Orozco en esta región destacó por su liderazgo y capacidad para movilizar a los habitantes locales, quienes se sumaron a la causa revolucionaria. Este levantamiento forma parte de la historia que consolidó a Guerrero como un punto estratégico y simbólico dentro del movimiento revolucionario.
Hoy, San Isidro conserva la memoria de estos hechos, recordando a las nuevas generaciones la importancia de la lucha por la justicia social y los derechos de los mexicanos durante los primeros años del siglo XX.