En algunas regiones de África y Sudamérica, las hormigas son utilizadas de forma sorprendente como suturas quirúrgicas naturales.
Una de las especies más destacadas es Dorylus gribodoi, conocida como hormiga guerrera o legionaria. Esta es una de las más de 60 especies del género Dorylus que habitan principalmente en África Central y Oriental. Estas hormigas son famosas por la fuerza de su mordida, que resulta tan firme y persistente que las comunidades locales han aprendido a emplearlas para cerrar heridas.
El procedimiento consiste en sujetar la hormiga por la parte trasera del cuerpo y alinear sus mandíbulas con los bordes de la herida. La hormiga muerde, uniendo ambos extremos de la piel con fuerza. Una vez que sujeta la piel, se le arranca el cuerpo, dejando solo la cabeza con las mandíbulas clavadas, funcionando como un punto de sutura natural.
Este método, transmitido de generación en generación, demuestra la extraordinaria capacidad humana de aprovechar los recursos del entorno incluso en contextos médicos.

Por Chihuahua Es Cultura