De acuerdo con una investigación realizada por la Universidad de Pensilvania, los hombres calvos suelen ser vistos como más dominantes, fuertes y exitosos en comparación con aquellos que conservan su cabello.
El estudio, publicado por el investigador Albert E. Mannes, sugiere que la falta de cabello puede proyectar una imagen de autoridad, confianza y liderazgo, factores que influyen en la percepción social y profesional.
Estos resultados refuerzan un cambio en la forma en que se asocian ciertos rasgos físicos con el poder y el éxito, desafiando los estereotipos tradicionales sobre la apariencia masculina.