Por Chihuahua Es
Cuando se escuchan dos notas graves, repetidas con creciente intensidad, algo se activa en la mente de millones de personas alrededor del mundo. No importa si están nadando en el océano, relajándose en una piscina o simplemente viendo televisión: ese ominoso motivo musical anuncia peligro inminente.
Es el tema de Jaws (Tiburón, en español), la icónica película dirigida por Steven Spielberg, cuya banda sonora, compuesta por John Williams, cumple 50 años este mes y sigue generando escalofríos medio siglo después de su estreno.
Con apenas dos notas —“E” y “F”, repetidas en distintas variaciones— Williams logró encapsular el terror primitivo de lo desconocido que acecha bajo la superficie. Su creación no solo se convirtió en uno de los temas musicales más reconocibles de la historia del cine, sino también en un símbolo del miedo irracional hacia los tiburones, que ha perdurado hasta nuestros días.
“Es increíble cómo una pieza tan sencilla puede causar tanto impacto psicológico. Esa música nos enseñó a temer lo que no podemos ver”, dijo un experto en tiburones en una entrevista con ABC News. “Incluso si estás en una bañera, puedes escuchar esas notas y sentir un escalofrío”.
El estreno de Jaws en 1975 no solo fue un hito cinematográfico —considerada la primera película de verano o blockbuster—, sino también un evento cultural que redefinió la percepción pública de los tiburones. Antes del filme, estos animales eran en gran medida criaturas misteriosas, poco comprendidas y generalmente ignoradas por la mayoría. Después de Jaws, pasaron a ser vistos como asesinos despiadados.
Expertos en vida marina coinciden en que la película, a pesar de ser una obra de ficción, tuvo consecuencias reales en el trato hacia los tiburones. “Durante años, la gente creyó que los tiburones eran monstruos sedientos de sangre. Y eso tuvo un impacto directo en las poblaciones, con campañas de caza y una percepción pública negativa que persiste incluso hoy”, señalaron biólogos marinos.
A pesar de las críticas por su retrato inexacto del comportamiento de los tiburones, Jaws también ayudó, irónicamente, a despertar el interés por la biología marina y la conservación oceánica. Documentales, investigaciones y campañas educativas surgieron en las décadas siguientes como una forma de contrarrestar el miedo popular y mostrar la realidad de estos depredadores.
Sin embargo, es innegable que el poder de esa banda sonora sigue intacto. Medio siglo después, basta con escuchar esas dos notas para que el corazón se acelere y la imaginación se dispare.
Como dijo una vez el propio John Williams: “El tiburón en sí podía verse poco, pero su presencia se sentía a través de la música”. Y es esa música la que, durante 50 años, ha mantenido a millones de personas atentas, y temerosas, de lo que podría estar oculto bajo la superficie del agua.
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