En un emotivo evento presidido por el alcalde de Chihuahua, Marco Bonilla, en junio del año pasado, se llevó a cabo la inauguración de un proyecto trascendental: un comedor comunitario para adultos mayores en la Colonia Riberas de Sacramento. Esta iniciativa, realizada en colaboración con FECHAC, Celiderh y Index, destaca como un hito dentro de la administración de Bonilla.
El proyecto, enmarcado en la visión de atención a las personas de la tercera edad en situación de vulnerabilidad, surge como parte del programa PICE (Proyecto Integral Conjunto Estratégico), bajo la iniciativa Cadena sin Límites. Inicialmente liderado por un grupo de 10 voluntarias, quienes ofrecían una visita semanal para compartir alimentos, este proyecto ha evolucionado para ofrecer un espacio de encuentro y convivencia, donde los adultos mayores pueden disfrutar de una alimentación sana y pasar tardes agradables.
Durante el evento, la coordinadora del proyecto, Carmen Gámez, conmovió a los presentes al expresar su gratitud, rompiendo en lágrimas junto con aquellos que la han acompañado desde el primer día. Se resaltó la importancia de reconocer y cuidar a los adultos mayores, valorando su historia y experiencia como pilares fundamentales para el desarrollo de estrategias efectivas.
El DIF Municipal contribuyó significativamente con 1 millón de pesos, de los 2 millones 400 mil pesos de inversión total para la realización de esta obra. Además, se destacó el uso de la metodología de la cadena de favores, donde cada eslabón representa una ayuda tanto de la comunidad de Riberas como de las instituciones que respaldan este programa funcional y competente.
En su intervención, el alcalde Bonilla compartió importantes logros en materia de seguridad, resaltando la detención de seis presuntos culpables de un reciente ataque armado en la Colonia Riberas, donde lamentablemente se perdieron cuatro vidas. Agradeció el trabajo del programa Escudo Chihuahua y el papel crucial de las cámaras de vigilancia instaladas en la colonia en la captura de los responsables.
Finalmente, Bonilla expresó su gratitud a todos los presentes y miembros del presidium, destacando que este proyecto no solo se trata de proporcionar alimentos, sino también de alimentar el alma. Instó a la ciudadanía a no quedarse de brazos cruzados y a convertirse en símbolos de esperanza y solidaridad, siguiendo el ejemplo del nuevo Comedor Comunitario.