Está en Chihuahua… y se llama Delicias.
Cuando el país aún sanaba las heridas de la Revolución, en pleno desierto chihuahuense nació una idea visionaria: crear una ciudad planeada desde cero, basada en ingeniería, matemáticas y una fe absoluta en el progreso.
Gracias a la cercanía de los ríos Conchos y San Pedro, se impulsó el Distrito de Riego 05. Pero la verdadera audacia fue urbana: levantar una ciudad moderna junto a la estación ferroviaria de la antigua Hacienda Las Delicias.

1 de abril de 1933, 10:00 a.m.
Ese día comenzó el trazo de una ciudad única en el país. Delicias no creció por accidente ni alrededor de un río o montaña: fue diseñada deliberadamente en medio del desierto.
El proyecto fue obra de mentes brillantes:
• Carlos G. Blake, autor de la idea original
• Pedro Álvarez, responsable del trazo urbano
• Vicente Arregui, encargado del sistema de agua y drenaje
El corazón de la ciudad es una glorieta central, hoy hogar del emblemático Reloj Público, de donde nacen las principales avenidas. El trazo divide la ciudad en cuatro sectores perfectamente definidos y está rodeado por la Avenida Agricultura, el primer periférico urbano.
Diagonales, glorietas y simetría matemática hacen que muchos comparen su diseño con París, Barcelona o Washington D.C., aunque Delicias es, en realidad, irrepetible.
Quien la ha visto desde el aire lo sabe:
Desde el cielo, Delicias no se recorre… se contempla.
Su orden, su precisión y su forma desafían al paisaje árido que la rodea.
Delicias no nació por casualidad.
Fue planeada, medida y soñada.
Por Chihuahua Es Turismo