Esta increíble captura muestra el instante posterior a la detonación de una bomba atómica. Específicamente antes de que haya pasado un milisegundo. Corresponde a un ensayo nuclear realizado en el año 1952 en Nevada.
Se utilizó una cámara Rapatronic que era capaz de lograr tiempos de exposición de nanosegundos. La bola de fuego que observas tiene “apenas” 20 metros de diámetro y su temperatura supera en varias veces la de la superficie del Sol.
Recuerda que es apenas el primer milisegundo, para cuando ya pasó un segundo completo está bola es miles de veces más grande y su poder destructivo es aterrador.