¿Has visto las “piedritas” que suelen haber en las vías de los trenes?
Probablemente si las has visto. Esas pequeñas piedras no están ahí simplemente de relleno, sino que cumplen varias funciones muy importantes e interesantes.
Para comenzar, su nombre verdadero es balasto ferroviario.
Se compone principalmente de pequeños trozos de entre 3 y 6 centímetros de cuarcitas, basaltos y granitos, los cuáles trabajan por rozamiento para repartir las cargas tanto de los rieles como de los trenes evitando la deformación del suelo y hasta posibles descarrilamientos.
Otra de sus funciones es disipar las vibraciones que generan los trenes al moverse por los rieles. Si no fuera por el balasto ferroviario las vibraciones se sentirían a decenas de metros. También ayuda a filtrar el agua evitando posibles inundaciones.
Así que la próxima vez que veas estas pequeñas piedrecitas ya sabrás su importante función.