Probablemente estemos presenciando las ULTIMAS peleas de SAUL CANELO ALVAREZ.
Entiendo por qué me critican. Comprendo que me desean ver contra los mejores boxeadores.
Puedo aceptar las afirmaciones de los que tiran comentarios destructivos con el hígado que nunca estaré a la altura de los más grandes de México.
He aprendido a digerir sus frustraciones, a estar en el ojo público por todo, hasta más allá de lo deportivo, pero siempre que voy a la cama antes de dormir, me pregunto: “¿Y ustedes por qué no son capaces de entenderme?”.
Tengo una familia que me ama, una fortuna de más de 300 millones de dólares, casas que nunca imaginé que tendría y hasta una colección de autos por encima de los 20 millones de dólares (Bugatti Chiron, Mustang Eleonor, Rolls Royce Ghost, Mercedes Benz G63, Ferrari Testarossa, entre muchos otros), juego golf con mis amigos, invierto mi dinero en empresas rentables y para serles honesto, me gusta mi faceta de empresario.
A este ritmo, el boxeo ya no será mi prioridad en unos años, sino que habrá sido mi puerta de entrada a mi mundo soñado.
Por Chihuahua Es Cultura