¡Seguro te los has encontrado bajo un ladrillo o un objeto húmedo!.
Puede que hayas sentido repugnancia y te hayas preguntado por qué los creó la naturaleza.
Pues te contamos: estos animalitos son oniscídeos, mejor conocidos como cochinilla. Son un suborden de crustáceos isópodos terrestres cuya función es nada más y nada menos que eliminar de la tierra los metales pesados como el mercurio, el cadmio y el plomo, los cuales son dañinos para los humanos.
Contribuyen a la limpieza del suelo y las aguas subterráneas, confirmando una vez más la sabiduría de la naturaleza.
¡No los lastimes ni las rocíes con insecticidas!
Por Chihuahua Es Cultura